La República Dominicana y la República de Haití son hermanos siameses que fueron engendrados por padres distintos. Como todos los hermanos, a veces se pelean, duran tiempo hasta sin hablarse, se miran y se cortan los ojos, se hacen bembitas y malas caras, pero aaayyyy de aquél que quiera venir a meterse en ese lío! ayyyy de aquél que quiera venir a hacerle daño a uno de esos hermanos y que el otro se entere... Son muchos los que no acaban de comprender esas relaciones, complejas como los dos países. No hay quien pueda llegar a calibrar la magnitud de esa relación. Son dos hermanos, huerfanos de padre y madre desde su nacimiento, que han crecido juntos y se han hecho fuertes, débiles, maduros, viejos, pobres, pero siempre uno al lado del otro, ayudándose, dándose las manos en las buenas y siempre en las malas. Como donde quiera que se mueve dinero, hay vivos que se quieren aprovechar y sacar el mayor beneficio, entonces, han creado una historia de odio acérrimo entre los dos hermanos y no pierden una sola oportunidad de ir a contarle al mundo lo mal que se llevan estos hermanos, lo mucho que pelean y lo poco que se ayudan.
Cuando para 1863, Dominicana estaba luchando por salirse de la tutela de España, (su padre que ya antes lo había abandonado a su suerte), recurrió a la ayuda de su hermano mayor Haití para recobrar su libertad.
Es irónico, porque Dominicana para ser quien es, tuvo que pelearse con Haití, pero entre hermanos pasa eso y más. Ahora, con los padres es distinto. Tú me engendras, pero no te pertenezco y eso fue lo que Haití le dijo a Francia, que era un padre abusador y Dominicana le dijo a España que era un padre irresponsable.
A través de los años y de la historia, tan distinta y tan ligada, de ambos hermanos, ha habido más de una ocasión donde uno ayuda al otro sin que nadie haga referencia escrita y/o televisada de ello.
Cuando a la ONU se le ocurrió bloquear a Haití para lograr un objetivo puramente político y los niños se estaban muriendo de hambre, a Dominicana no le importó exponerse a "la dura sanción de los organismos internacionales por violar la disposición de la ONU" y el propio Presidente, Balaguer por ese entonces, enviaba comida, combustible y todo lo que necesitaran allí. Pero eso no se dice porque no les conviene a los que quieren decirle al mundo que Dominicana vive maltratando a su hermano siamés.
Hoy, Haití está pasando por muy malos momentos. Ese terremoto acabó con su capital y, claro, el primero que fue a socorrerlo fue su hermanito siamés, Dominicana. Allá se apareció de inmediato, con un plato de comida en la mano. Y esto lo quiero poner en MAYÚSCULA, para que nadie lo pase por alto: NUESTRO PRESIDENTE LEONEL FERNÁNDEZ FUE EL PRIMERO Y HASTA AHORA HA SIDO EL ÚNICO PRESIDENTE QUE HA IDO A VISITAR A RENÉ PREVAL. Carajo!!!!! Mucho hablar, muchas declaraciones, MUCHOS EUROS, DÓLARES Y OTRAS DIVISAS, pero poca presencia, pocos abrazos y muy muy muy pocas lágrimas.
En las cadenas internacionales se habla mucho de las ayudas recibidas, jajajaja, eso queda muy bonito en la televisión. Nadie habla de las cadenas de oraciones, de las caras llorosas, de CADA DOMINICANO por los familiares de su amigo, su compadre, su wachi, su empleado, su maestro, su compañero de trabajo haitiano.
Claro, una doña que pase la noche sin dormir, rezándole a la Virgen de la Altagracia por la familia del gasón que le cuida la finca, no es noticia. No es políticamente rentable.
Es una lástima que los corazones bloqueados por el odio de los que están detrás de la campaña internacional de descrédito contra República Dominicana, tengan tanto poder y tan mala sangre que sean capaces de utilizar una tragedia como la que vive Haití para seguir haciéndonos daño. No importa, total, familia es familia y aunque todo el mundo se meta, aquí seguiremos UNIDOS.