viernes, enero 15, 2010

LAS OTRAS VÍCTIMAS

EL AMOR DE LOS HERMANOS SIAMESES

La República Dominicana y la República de Haití son hermanos siameses que fueron engendrados por padres distintos. Como todos los hermanos, a veces se pelean, duran tiempo hasta sin hablarse, se miran y se cortan los ojos, se hacen bembitas y malas caras, pero aaayyyy de aquél que quiera venir a meterse en ese lío! ayyyy de aquél que quiera venir a hacerle daño a uno de esos hermanos y que el otro se entere... Son muchos los que no acaban de comprender esas relaciones, complejas como los dos países. No hay quien pueda llegar a calibrar la magnitud de esa relación. Son dos hermanos, huerfanos de padre y madre desde su nacimiento, que han crecido juntos y se han hecho fuertes, débiles, maduros, viejos, pobres, pero siempre uno al lado del otro, ayudándose, dándose las manos en las buenas y siempre en las malas. Como donde quiera que se mueve dinero, hay vivos que se quieren aprovechar y sacar el mayor beneficio, entonces, han creado una historia de odio acérrimo entre los dos hermanos y no pierden una sola oportunidad de ir a contarle al mundo lo mal que se llevan estos hermanos, lo mucho que pelean y lo poco que se ayudan.
Cuando para 1863, Dominicana estaba luchando por salirse de la tutela de España, (su padre que ya antes lo había abandonado a su suerte), recurrió a la ayuda de su hermano mayor Haití para recobrar su libertad. Es irónico, porque Dominicana para ser quien es, tuvo que pelearse con Haití, pero entre hermanos pasa eso y más. Ahora, con los padres es distinto. Tú me engendras, pero no te pertenezco y eso fue lo que Haití le dijo a Francia, que era un padre abusador y Dominicana le dijo a España que era un padre irresponsable.
A través de los años y de la historia, tan distinta y tan ligada, de ambos hermanos, ha habido más de una ocasión donde uno ayuda al otro sin que nadie haga referencia escrita y/o televisada de ello. Cuando a la ONU se le ocurrió bloquear a Haití para lograr un objetivo puramente político y los niños se estaban muriendo de hambre, a Dominicana no le importó exponerse a "la dura sanción de los organismos internacionales por violar la disposición de la ONU" y el propio Presidente, Balaguer por ese entonces, enviaba comida, combustible y todo lo que necesitaran allí. Pero eso no se dice porque no les conviene a los que quieren decirle al mundo que Dominicana vive maltratando a su hermano siamés. Hoy, Haití está pasando por muy malos momentos. Ese terremoto acabó con su capital y, claro, el primero que fue a socorrerlo fue su hermanito siamés, Dominicana. Allá se apareció de inmediato, con un plato de comida en la mano. Y esto lo quiero poner en MAYÚSCULA, para que nadie lo pase por alto: NUESTRO PRESIDENTE LEONEL FERNÁNDEZ FUE EL PRIMERO Y HASTA AHORA HA SIDO EL ÚNICO PRESIDENTE QUE HA IDO A VISITAR A RENÉ PREVAL. Carajo!!!!! Mucho hablar, muchas declaraciones, MUCHOS EUROS, DÓLARES Y OTRAS DIVISAS, pero poca presencia, pocos abrazos y muy muy muy pocas lágrimas.
En las cadenas internacionales se habla mucho de las ayudas recibidas, jajajaja, eso queda muy bonito en la televisión. Nadie habla de las cadenas de oraciones, de las caras llorosas, de CADA DOMINICANO por los familiares de su amigo, su compadre, su wachi, su empleado, su maestro, su compañero de trabajo haitiano.
Claro, una doña que pase la noche sin dormir, rezándole a la Virgen de la Altagracia por la familia del gasón que le cuida la finca, no es noticia. No es políticamente rentable.
Es una lástima que los corazones bloqueados por el odio de los que están detrás de la campaña internacional de descrédito contra República Dominicana, tengan tanto poder y tan mala sangre que sean capaces de utilizar una tragedia como la que vive Haití para seguir haciéndonos daño. No importa, total, familia es familia y aunque todo el mundo se meta, aquí seguiremos UNIDOS.

martes, enero 12, 2010

¿Y ahora qué?

Pienso en el joven haitiano que está a mi lado en la foto de mi perfil. Me acuerdo de los maestros de la escuelita de sol en aquel pueblito gemelo de la ciudad de Bánica que no está en el mapa y que se llega atravesando el Paso del Caracol. Espero que puedan seguir enseñando a los niñitos de su patria a leer y a escribir por cincuenta goude al año pero sólo en época de sol porque su escuela no tiene techo ¿Y qué será del niñito, alumno de la escuelita de sol, el que vive en ese pueblo sin nombre y que cruza cada mañana a nuestro país a comprar un mabí y una masita para desayunar, comer y cenar porque sólo hace una comida? Y qué será de Juan, ese muchacho de madre haitiana y padre dominicano que siente tanta rabia contra nosotros y por eso no vive de este lado aunque le dicen "que tiene derecho"? Y qué será de tantas personas que ví en nuestros viajes a Haití y que no me dí la oportunidad de conocer? ¿Y qué será ahora Dios? Es que a tus elegidos los haces pasar por las calamidades por las que pasaste porque ellos son tan fuertes como Tú? ¿Es que los has salvado y nosotros, pobres ignorantes pensamos que están sufriendo? ¿Es que las víctimas del terremoto son ahora felices en algún lugar hermoso e inalcanzable para los imperfectos vivientes? Presiento que sí, que tanto dolor sólo es la parte trasera de la felicidad que da a ese otro sitio que nos está vedado porque para alcanzarlo hay que atravesar el largo túnel de la muerte que lleva a la verdadera vida. Ahora ellos lo saben. Están allí y no regresarán porque aquí la pasan muy mal.

HAITÍ

Sé que tengo que decir algo sobre lo que están viviendo en estos momentos nuestros hermanos haitianos, pero si soy sincera, no nos lo podemos ni imaginar, aun mirando las fotos y viendo las imágenes. Tanto dolor, tanta destrucción, tanta muerte, tantas lágrimas. Si los que hemos ido a Haití hemos llegado a pensar en nuestra arrogancia insignificante e innecesaria que nadie debería vivir como viven ellos, ahora qué pensaremos? Creo que la mayor arrogancia sería sentir lástima, una gran falta de respeto sería decir "pobres hermanos, qué mal la están pasando" No hay palabras en ningún idioma humano conocido, que pueda describir lo que está sucediendo en los corazones de las personas de Haití. Nada se puede decir ante tanto dolor, sólo callar y acaso, llorar. Mi corazón está tan triste que no puedo decir nada.

Datos personales

Mi foto
Santo Domingo Oeste, Santo Domingo, Dominican Republic
Soy una dominicana atípica...estoy al día con mis impuestos y no me robo ni la luz ni el agua. Y aunque estoy jarta de los políticos, también del 4%, de la cementera de los Haitises, de Papá....

BALDERITOS