MIS MALOS PENSAMIENTOS

Muchas veces he empezado a escribir y termino por borrar lo escrito. Estoy cansada de escribir cosas malas. No quiero tener que escribir sobre "el corredor biológico"de nuestro todavía flamante Secretario de Medio Ambiente, porque se me parece mucho al Metro de Santo Domingo. ¿Es que para que esté contento en el cargo hay que concederle ciertos caprichos al sobrino de las mariposas? No quiero pensar mal de nuestros funcionarios, pero tampoco de nuestros militares o nuestros policías y cada vez que veo a un uniformado, no puedo evitar preguntarme por qué Papa Dios no permite que los perros hablen aunque sea por un solo día para que la hermosa Rockwailer diga por qué la llevaron a cometer un asalto a una empresa de leche y por qué mejor, no llevaron un gato. Pero los perros sólo ladran y yo sigo pensando mal, relaciono una cosa con otra, hasta que me parece que aquí en República Dominicana sólo se ha cometido un delito y de ahí se han derivado toooooooooooooodos los otros. En fin, vale más que no piense mal de nadie o voy a seguir viendo un corrupto en cada funcionario y un delincuente en cada militar, un narco en cada empresario y un drogadicto en cada artista. Así no se puede. No puedo seguir creyendo que es mentira cada vez que un militar denuncia que ha rechazado un soborno; no puedo seguir creyendo que nuestro Presidente raya en lo ridículo cada vez que sale por ahí a repetir su teoría sobre la crisis mundial y su tesis para resolverla; tengo que dejar de creer que cada predicador con iglesia particular sólo busca su propio beneficio; que cada brujo de barrio sólo busca sus chelitos a costa de las creencias contradictorias y difusas de sus clientes. Quisiera poder creerme las declaraciones de repudio al auto aumento que se hicieron los regidores; que se van a acabar los apagones en enero, aunque esa noticia haya sido publicada en el 1976, cuando yo era una niña y se iba la luz... ya. Prefiero leer noticias fuera de lo ordinario como el tiburón que sacaron del río Ozama que pesaba novecientas libras, pero me sorprendo calculando lo que ganaron los que pescaron el tiburón y vendieron la libra a noventa pesos. ¿Habrán tenido que pagar impuesto por eso? Parecemos como una ciudad feudal con un señor feudal muy muy muy malo que nos cobra impuestos por todo, con el agravante que aquí no hay ningún héroe que venga a salvarnos ni a presentarle batalla a ese señor feudal tan tan tan malo. Y sólo me queda esperar a ver qué otra cosa van a sacar de ese río si ya de ahí han sacado de todo, un barco español del siglo diecisiete, un cocodrilo con un balazo en una pata, lilas gigantes, barcos cargados con drogas, ahogados, suicidados, asesinados, damnificados y ahora un tiburón. Lo bueno es que no pueden dragrarlo (o sí?) porque así las granceras no pueden hacer de las suyas, o quizá si, aquí todo es posible, miren el jefe de la OTTT, ése se parece a nuestro señor feudal tan tan tan malo que tiene a toooooooda su familia trabajando ahí y lo que les paga son chelitos mientras él se llena los bolsillos cada mes, pero POR NÓMINA!! que nadie venga hablando caballá, que ese señor se gana su sueldo, igual que nuestro todavía flamante Secretario de Medio Ambiente que se subió su sueldo por encima de la cabeza de toooooooooodos los médicos de este país, que se creen que son gente para andar por ahí dizque pidiendo aumento y esas cosas, hum. Pero él ya aclaró que es que él trabaja mucho y que se merece ganarse ese sueldo, a lo mejor por eso, para que se vea bien claro lo mucho que él trabaja se va a construír su propio corredor biológico, eso sí, va a meter cuanta isla haya en El Caribe, que él no es ningún comesolo, carajo! Lo malo es que por ahí andan diciendo que nosotros gastamos mucha agua y si ahora nos hacen un corredor biológico nos va a querer obligar a comprarnos una tarjetica verde recargable para que usemos sólo el agua que vamos a necesitar y así guardar para mayo. La suerte que en mayo son las elecciones y entonces ahí podemos arreglar cuentas. Bueno, mejor dejo de pensar, porque siempre termino pensando mal con lo mucho que nuestros funcionarios trabajan y tanto que nuestros militares y policías velan por nuestra seguridad.