Debo escribir. Porque sí, porque me puse de fresca a sacar un blog y ahora hay que escribir. Pero..¿De qué? ¿De la torre Atiemar que yo no sabía que existía hasta que le cayeron arriba con lo del narcotráfico? Creo que no. Mi profesor de Guión Cinematográfico de la pseudoescuela de cine de la UASD (eso es un capítulo aparte, jejeje), donde yo...estudié, bueno, asistí, me dijo una vez que el escritor escribe de lo que sabe y si no lo sabe lo investiga y como yo, afortunadamente ahora, sólo he visto una sola vez en mi vida la marihuana, como a los famosos, desde lejos, no tengo calidad ¿amoral? para hablar de las drogas, así que no lo hago; no por miedo sino por desconocimiento. Así que hay que buscar de qué hablar. De la falta de agua, por ejemplo. Señores, es verdad que hay una sequía, pero no hay que cogérsela tan a pecho! Oh, por mi casa hace como tres meses que no llega el agua! Si la evolución es cierta, nosotros vamos a desarrollar una capacidad para vivir sin agua y sin luz que nos va a permitir hacernos con el control del mundo junto con las cucarachas cuando todo se vaya al carajo gracias al triunfo del plan orquestado de los ambientalistas y demás yerbas (ah, no, que yerbas no). Los dominicanos y de ñapa los indocumentados y/o haitianos que viven de este lado, nos estamos preparando para ser la subraza (es que los que saben mucho dicen que nosotros no somos una raza, eh?) que gobierne al mundo.
Me encantará ver ese mundo gobernado por nosotros y las cucarachas. Aquello será un auténtico paraiso. Lo primero es que dejará de nevar. Nada de nieve, que entonces hay que planificar y guardar cosas como las hormigas y no estamos para eso.
El himno nacional será a ritmo de reguetton, ritmo nacional de ese nuevo mundo. Ser corrupto y poco serio estará dentro de los parámetros de conducta socialmente aceptable. Se podrá andar por cualquier lado de la calle, desaparecerán para siempre los cascos, los cinturones de seguridad, las luces direccionales y otras cosas que sólo hacen perder tiempo al que anda volando en la calle para llegar rápido a ningún sitio porque no importa a la hora que llegues, el otro aún tardará más.
Las bocinas, en cambio, serán cada vez más sofisticadas, grandes y bullosas, según el gusto y la necesidad. las gomas grandotas para guayar con más gusto y levantar mucho barro y agua sucia cuando le de por llover si algún día le da.
Los maestros de colegio serán como los de las escuelas públicas, malos, vagos, semianalfabetos y faltos de vocación y visión. Los de las escuelas públicas rivalizarán con las cucarachas y los políticos para ser los peores en un mundo donde Kant será Nostradamus y Nostradamus Jesuscristo.
Ah, claro, todos pertenecerán a alguna secta religiosa, nada de Catolicismo ni protestantismo ni cosa que se le asemeje. Aquí todos a parar de sufrir que hay que gozar y beber porque después habrá que arrepentirse, acuérdense que Cristo viene.
Bien. ahora recuerdo que hay censura en la Internet y yo quiero seguir escribiendo en mi blog, aunque mi amiga Henriette me dice que es mejor publicar en Facebook. A ver cuándo me pongo para eso. Ahí les dejo, a los pocos que me leen, mi crónica de los tiempos venideros. como decíamos cuando todavía ser dominicano era chévere: ajualá y no pase.
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